PROPUESTAS
DE LA FEDERACION DE ASOCIACIONES PARA LA DEFENSA DE LA SANIDAD PUBLICA
A LAS ORGANIZACIONES POLITICAS ANTE LAS PROXIMAS ELECCIONES
ANALISIS DE SITUACIÓN
La sanidad pública española se enfrenta a un riesgo real de deterioro y privatización dependiendo del resultado de las elecciones. El triunfo del Partido Popular puede supone la generalización de las políticas que este partido ha venido aplicando sistemáticamente allí donde gobierna: Recorte de recursos públicos y potenciación de los conciertos con el sector privado, endeudamiento inasumible a medio y largo plazo al recurrir al sector privado para la financiación y gestión de los nuevos centros, cesión la asistencia de grupos de población a empresas multinacionales, eliminación de áreas sanitarias como espacios para la planificación y asignación de los recursos para favorecer la creaciones de mercados, marginación de la Atención Primaria, potenciación de la privatización y utilización excesiva y no justificada de la alta tecnología, abandono de los servicios de salud pública, deterioro de las condiciones laborales de los profesionales y de la políticas de personal incentivadora, potenciación de la competencia frente a la colaboración e integración de los recursos, fragmentación del sistema en múltiples servicios independientes trasformando el Consejo Interterritorial en un órgano de confrontación partidista en detrimento de su función integradora del sistema, o la eliminación de los servicios de salud pública.
El resumen de todo ello es que nos enfrentamos –lamentablemente como parte de una estrategia global- a un proceso consciente y deliberado de suprimir el Estado del Bienestar y más en concreto de su principal pilar, la Sanidad Pública. Todas estas estrategias y algunas otras convergen en la dirección de privatizar la asistencia sanitaria por la puerta trasera intentando sortear la previsible oposición que originaria un ataque mas frontal. Es preciso decir muy claro que se trata de desintegrar la Sanidad Pública utilizando la crisis como una coartada para convertir la atención sanitaria en un objeto de consumo.
Frente a estos riesgos que supondrán el fin del Sistema Nacional de Salud establecido por la Ley General de Sanidad, los partidos progresistas tendrían que aparecer ante los ciudadanos como la única garantía política frente a la privatización y la oportunidad para su mejora.
La política sanitaria de lOS PARTIDOS PROGRESISTAS debería basar su oferta a los ciudadanos en ocho estrategias:
1.- Garantizar sostenibilidad de la sanidad pública mejorando su financiación (un punto más de PIB para equipararnos a los países europeos) y el carácter finalista de los fondos destinados a sanidad frente a las políticas neoliberales de recorte, financiación privada, medicalización de la vida y el uso intensivo no justificado de los recursos sanitarios.
2.- Profundizar en la integralidad del sistema frente a la fragmentación del mismo en 17 sistemas de salud autonómicos independientes enfrentados entre sí por relaciones de competencia.
– Potenciar el papel del Consejo Interterritorial como órgano de colaboración de los servicios de salud autonómicos y del Ministerio de Sanidad.
– Recuperar el Plan Integrado de Salud contemplado en la Ley General de Sanidad que permita planificar los recursos en todo el estado en función de las necesidades y problemas de salud de la población y que garantice la adecuación, suficiencia y equidad en la distribución de los recursos.
– Reforzar los fondos de cohesión y garantizar su distribución en función de los objetivos del Plan Integrado de Salud consensuado en el Consejo Interterritorial, para evitar situaciones de desigualdad o de insuficiencia de recursos.
– Incluir las prestaciones sanitarias de MUFACE en el Sistema Nacional de Salud.
3.- Garantizar el carácter público de los recursos sanitarios (titularidad, financiación y gestión) frente a la política de privatización de los centros sanitarios y su cesión a empresas multinacionales y de capital riesgo, manteniendo el carácter complementario de los recursos privados.
4.- Incrementar la racionalidad y la eficiencia del sistema y de los centros sanitarios:
– Potenciar la Atención Primaria como eje del sistema para garantizar la accesibilidad de los ciudadanos a los servicios en condiciones de equidad.
– Combatir la medicalización, el elevado coste y los riesgos parala salud de una sanidad basada en el uso intensivo de las tecnologías y los medicamentos en contraposición a la promoción de estilos de vida saludables y prevención dela salud, apoyándose en la extensión de la cultura dela salud y del autocuidado.
– Incrementar su capacidad resolutiva con un impulso decidido de la Estrategia AP 21 (consensuada con todos los profesionales del nivel) que contempla la mejora en el equipamiento y el acceso de los centros de salud a los recursos diagnósticos para cerrar en este nivel gran parte de los procesos asistenciales que son derivados actualmente los hospitales con la consiguiente retraso en la atención, las listas de espera, incremento del gasto y la incomodidad de los pacientes.
– Garantizar los cuidados y el acceso a la asistencia en sus domicilios a las personas en situación de dependencia con enfermedades crónicas y degenerativas, incrementar para ello las plazas de enfermería.
– Promover la utilización plena de los hospitales y de sus recursos en jornadas de mañana y tarde.
– Articular y potenciar los centros de referencia supracomunitarios al nivel estatal y entre Comunidades Autónomas para evitar el derroche innecesario de recursos y garantizar la calidad de la atención más especializada.
– Crear una Agencia Única de Evolución de Tecnología para asignar de manera racional estos recursos y evitar costes innecesarios
– Potenciar la Agencia Única de Compras para equipamiento sanitario con la participación de todos los Servicios de salud Autonómicos y coordinada por el Consejo Interterritorial de Sanidad.
– Crear una Red de Centros para la Atención de Enfermos Crónicos, más adecuada para hacer frente a la mayor demanda de esta atención por el envejecimiento de la población y de menor coste que los centros de agudos.
– Culminar el despliegue de las áreas sanitarias –frente al desorden tras su desaparición deliberada- como espacios para la planificación y asignación equitativa y adaptada a las necesidades de la población, para la gestión integral e integrada de todos los recursos sanitarios y la participación ciudadana.
– Coordinar las redes asistenciales con los servicios de atención a la dependencia para mejorar la calidad de la atención y la duplicación de actuaciones.
– Profundizar la política de reducción del gasto farmacéutico aplicando medidas que no supongan restricciones de derechos o el acceso de los ciudadanos a los medicamentos (precios de referencia, prescripción por principio activo o potenciación de los medicamentos genéricos).
– Continuar con los esfuerzos de desarrollo de la atención integrada de salud continuando los esfuerzos para establecer de guías clínicas, protocolos y vías clínicas para los procesos asistenciales más importantes basados en pruebas científicamente comprobadas y la colaboración entre los servicios de atención primaria y especializada).
– Potenciar los servicios de Salud Pública para promoverla salud y hacer frente a los riesgos medioambientales y a las nuevas epidemias vinculadas a la globalización.
– Desarrollar una política de personal sanitario incentivadora que potencie el desarrollo de las la Carreras Profesionales (eliminadas en algunas CCAA por el PP), los incentivos económicos que estimulen la dedicación y la calidad de la atención (eliminados por CiU y el PP en las CCAA donde gobiernan para ahorrar gastos), la estabilidad en el empleo y una remuneración justa.
– Potenciar la investigación en salud pública y biomedicina.
5.-Promover la economía de escala en todos los ámbitos:
Además de las compras farmacéuticas, extenderlo a las vacunas, fungibles, tecnología y también a las políticas de comunicación y a las campañas sanitarias dando unidad a las ahora descoordinadas y caras que promueven las CCAA.
6.-Incrementrar la trasparencia del sistema sanitario
- Publicitar las listas de espera aplicado criterios y estándares homogéneos en todas las Comunidades Autónomas que incluyan los criterios de priorización, posición de los pacientes en las mismas y la eliminación de las listas ocultas de pacientes (listas estructurales)
- Establecer un Sistema de Información Sanitaria con indicadores homogéneos en todos los servicios de salud autonómicos que permitan conocer la situación de salud , a nivel global y en cada CCAA, evaluar las actuaciones de los diferentes servicios y detectar y corregir las situaciones de desigualdad)
- Desarrollar los órganos de participación y control social del sistema actualizando la LGS, para garantizar la calidad de los procesos asistenciales y su adecuación a las necesidades reales de los ciudadanos.
7.- Garantizar y consolidar derechos ciudadanos en el ámbito de la salud
- Interrupción voluntaria del embarazo en la red pública
- Derecho a cuidados paliativos y a una muerte digna y sin dolor
Invitamos a los partidos progresistas a sumarse a las propuestas aquí expuestas, y a participar con la FADSP y con otras organizaciones afines en un gran movimiento ciudadano que anime la participación electoral. Porque pensamos que los ciudadanos sí saben valorar en su justa medida las conquistas sociales y los beneficios de un Estado basado en la justicia social, y porque tenemos confianza en el efecto movilizador de las propuestas que promueven una sociedad más equitativa basada en la educación y la sanidad públicas y en la protección al desempleado, al pensionista y a las personas con dependencia.
Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública
Octubre de 2011